QUIZÁS
Una voz,
una ventana abierta,
y tú mirándome sonriente.
Dijiste mi nombre.
Sonreíste.
Sonreí.
Fue el primer día de muchos,
henchidos de gozo.
Rompimos muros
forjados entre tu alma y la mía.
Fuimos uno en un instante de eternidad.
Hoy,
un recuerdo,
puede que algo más.
¿Recuerdas?
Quizás.
SIN RUIDO
Me voy como llegué,
sin hacer ruido.
Susurros al alma fueron mis palabras,
esparcidas por el viento,
rumbo al Sur, al Este,
al Norte y al Oeste...
A tu corazón.
Cuando amanecí anhelé el atardecer.
Contemplo la última puesta de sol.
Es más que un deseo,
una necesidad vital.
Cumplí mi papel,
fiel al eslabón de una cadena sin fin.
Vuelvo al océano de la vida,
en silencio.
Tal como llegué, partí...
Sin hacer ruido.
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