No puedo apartar mis ojos de ti,
tierra de mi ocaso y alba.
"Patria" te dicen
quienes te venden y desangran.
España te llaman... "Una".
Yo percibo miriadas.
Vieja, joven... con alma.
Desangrada.
Exhausta.
Hastiada.
Verde.
Seca.
Quemada.
Mi tierra son las personas,
las que gritan y callan;
las que gozan y aguantan.
No está limitada por puntos ni rayas.
No dejes que unos pocos te marquen la pauta,
te lleven a tiempos de "gloria y cruzada".
Paso firme hacia delante,
atrás... ¡ni por agua!
No escuches cantos de sirena
de falsarios y sátrapas.
Tú eres capaz,
lo haces al despuntar el día,
con tu sudor y sangre derramada.
Joven y viejo, hombre y mujer:
¡despierta!
Es la hora... como cada mañana.