En el armario tengo alguna ropa, de invierno, de verano, de entretiempo... Según considero necesario me pongo una u otra. Alguna ya se quedó inservible y estoy pensando en adquirir una nueva con la que estar más cómodo, pues al lugar al que voy, con lo viejo, no puedo permanecer largo tiempo, sólo una breve visita de cortesía. ¡Ah, y está confeccionada con hebras de luz!