Sabía que faltaba poco para abandonar el cuerpo que me sirvió con fidelidad durante décadas. En ocasiones te dejaba mas siempre volvía, mi alma anhelaba mi Hogar, aquel en el que reposaba y tomaba nuevo aliento ante las dificultades que conllevaba fusionarse con la densa materia.
Mi corazón palpitaba agitado queriendo enviar con celeridad la savia de la vida hasta la última de mis células. Sentí una punzada en mi pecho, el ritmo cardíaco desaceleraba hasta ser imperceptible. Es la hora...
De pronto oscuridad, silencio, abandono, el mismo de la hoja mecida por el viento con rumbo incierto.
Me dejé llevar, libre, sin atadura. Miré por última vez a mi viejo traje. Gracias, le dije.
Mi atención se centró en comprender dónde estaba. Una luz tenue me 'llamaba'. No tenía intención de ir hacia ella, quería explorar mi nuevo mundo...
Sin saber cómo la luz me rodeaba, mi voluntad poco ha podido hacer para impedirlo. Parece que un poder inconmensurable guiaba mi ser. Dejé hacer...
Nuevamente la negrura más absoluta. Paz, sólo paz. Sin cuerpo, sin forma. Nada me preocupaba. Necesitaba descansar y entré en un profundo sueño.
No sé cuanto tiempo transcurrió, ¿un segundo, siglos? Me hallo ahora en un túnel pegajoso, donde mi piel se adhiere. Estoy despertando, percibo luz al fondo, está vez es distinta. No me llama, no es necesario. Quiero ir.
Una fuerza tras de mí me empuja hacia la luz. Ahora soy consciente de que estoy en un cuerpo, sin darme tiempo a más me siento absorbido por algo. Mi alma la siento empequeñecer y escucho un palpitar, ¿un corazón? Sigo su ritmo. Ahora otro...
El llanto de un niño. El mío. ¿Dónde estoy?
Una voz me susurra: “Estás al otro lado del túnel. Bienvenido de nuevo al mundo terrenal. Has olvidado todo lo ocurrido al otro lado del velo, tu Hogar. Así lo has decidido".
Pero, ¿si hace un instante que abandoné mi viejo cuerpo?
- “Ya sabes que el tiempo no es nada al otro lado. Aquí han pasado varios años. Ha habido cambios drásticos y el mundo está sumido en una disyuntiva existencial. Es necesario que todo el potencial espiritual disponible se ‘embarre' para elevar las almas encarnadas hasta un punto de no retorno. Que las viejas leyes humanas caducas se diluyan como un azucarillo en agua y sean sólo un recuerdo, uno más. Que algo más que esperanza se materialice ante el desánimo. Has olvidado, mas llevas grabado a fuego qué has de hacer. Mira dentro de ti. Ahí está cuanto necesitas para conseguirlo.”
‘Olvido'. Otra vez. Difícil permanecer en este mundo si la nostalgia nos acecha. Entiendo y sé que el Fuego Eterno anida en cada alma. Si todas sintiéramos su calor qué fácil sería que éste ascendiera por nuestro cuerpo. Sólo el Amor lo puede conseguir...
De esto se trata: llevar Amor, nada más. Todas las almas estamos llamadas y el potencial es tan grande... La ocasión es única. Escuchar en el silencio... está al alcance.
Miré fijamente a mi madre. Ambos corazones entonaban al unísono un canto de Amor. Tomé mi primer sorbo de leche materna.
A éste y el otro lado del túnel el Fuego Eterno alimenta nuestras almas. Es hora de compartirlo. El tiempo es Ahora.