AL FINAL



Paseábamos por una amplia avenida de nuestra antigua ciudad, un día de septiembre. Todo estaba aparentemente en calma. Era un día más, en el que dos viejos amigos se reúnen, salvo por una pincelada: nuestros cuerpos chocaban una y otra vez al caminar. Nos mirábamos y sonreíamos  sin comprender. Seguimos dando pasos sin un destino concreto, simplemente por el placer de pasear; distraer nuestras mentes de los problemas cotidianos hasta que éstas quedaran vacías y, quizás, flotar sobre los adoquines y elevarnos dejando abajo la ciudad. No, no ocurrió. Nuestros cuerpos seguían rítmicamente siendo atraídos y despedidos como si siguieran las notas de una canción que resonaba en mi interior: “Al final de este viaje”.
Sin saberlo, estábamos viviendo un momento esperado desde hacía tiempo, planificado donde las almas sin edad son libres de ser y de amar. No lo supimos en ese momento. Nuestros corazones seguían latiendo cálidamente. Nuestras manos se rozaron, siguiendo una voz silenciosa, hasta enlazarse…
Nuestras miradas se encontraron y, por primera vez vi en tus ojos una profundidad que me hizo perder el equilibrio. Fue como viajar a otra realidad: tú y yo siendo dos fuegos que se funden en uno, un instante de eternidad…
Han pasado un año, dos, quizás mil o ninguno. Hoy seguimos paseando juntos, de la mano. Ahora lo sabemos: lo que nació sin edad no tiene fin y, al final de este viaje, estaremos, tú y yo, intactos.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...