Me pregunto qué es la amistad: ¿compartir un poco de nuestro tiempo, dos tiempos, tres… con otras personas? Cuando utilizamos medidas mal asunto. La amistad en la que creo no usa ninguna matemática, se siente o no y… basta.
Estoy cansado de tomas y dacas; de… “si yo he hecho por ti, tú has de hacerlo por mí”. Sólo conozco una amistad: darse sin esperar, porque sólo fluyendo mi vida cobra sentido. Puede que no se entienda. Yo tampoco, la siento y sigo mi intuición. Siento a quienes se quedaron en el camino, o tomaron otros; a quienes me tachan de asocial. Lo que no soy es hipócrita.
Mi amistad nace del alma y no de convencionalismos, costumbres. Tengo un hilo que me une a ti mientras ambos lo deseemos, nada más.