Nunca me he sentido un patriota, siempre lo he visto como una barrera, marcando distancia con los demás. Soy hijo de la Tierra, si ha de haber alguna patria que sea la humanidad.
Tenemos diferentes visiones de nuestra realidad, pero ello nunca debe implicar imponer la nuestra a los demás. El diálogo es vital, tanto como evitar que nadie se considere superior ni inferior. La diferencia es una cualidad.
¿Qué es más importante en un árbol, sus raíces, el tronco, las ramas, sus hojas,… el fruto? La naturaleza es sabía. ¿Por qué diseccionar lo que es una entidad. ¿Os lo imagináis discutiendo quién es mejor? Absurdo. No discuten, colaboran, pues su existencia es una labor de toda la unidad.
Hay que reprogramar nuestro concepto de identidad. El ego no es superior, sino parte integrarte de una mayor entidad: nosotros.
Y, esta guerra, va de egos.
Es desde la infancia cuando hay que comenzar a cambiar, en casa, colegio, en la calle. Los que tenemos unos años tenemos esta responsabilidad. Así evitaremos que el ‘arbol' se tuerza y maleduquemos formando monstruos… como Putin.